El líder de la Unión Patriótica de Cuba denunció el cerco represivo que sufre en su hogar, obstaculizando la entrega de ayuda humanitaria, e instó a la comunidad internacional a intervenir ante la crisis humanitaria en la isla.

La historia, que se viralizó rápidamente, involucró donaciones económicas, ayuda humanitaria y el respaldo de comunidades como la del fisicoculturismo.

La vida de Luis es la de muchos exiliados cubanos que, aunque hallaron refugio en otro país, cargan con el peso de un pasado doloroso, traumas no sanados y sueños rotos.

Una campaña en redes sociales busca recolectar donaciones para mejorar su situación y apoyar a su familia.

"Este muchacho es querido por todos aquí en Matanzas pues no se mete con nadie. Se la pasa por las calles tocando estos instrumentos creados por él, y nunca ha pedido limosna, simplemente toca y las personas lo ayudan muchísimo"

"Aquí ponemos teléfonos a cargar hasta en el baño de la casa porque ocupamos todos los tomas ayudando a las personas"