Guantanameros protestaron por la falta de agua y electricidad tras el huracán Melissa. Denunciaron abandono institucional y escasez de alimentos. La manifestación se disolvió sin detenciones, pero la tensión persiste.

Con 1,249 protestas y denuncias en octubre, Cuba acumula tres meses consecutivos de récords de inconformidad, impulsados por apagones, hambre, epidemias y represión, en una isla convertida en “una olla de presión social”, según el Observatorio Cubano de Conflictos.

La suspensión de las parrandas de Guayos, en Sancti Spíritus, a solo tres días de su celebración, desató frustración y críticas de vecinos que esperaban la tradicional fiesta popular.

La protesta en Maqueicito, Guantánamo, por la falta de luz y agua resultó en la detención de cuatro personas. La vigilancia policial aumentó tras la manifestación, reflejando el descontento en el oriente cubano.

Residentes de Santiago de Cuba protestan por cobros abusivos para restablecer electricidad tras el huracán, enfrentando prácticas extorsivas en medio de una crisis sanitaria y económica agravada.

Vecinos de Santiago de Cuba protestaron contra los apagones, lo que llevó al régimen a restablecer la electricidad. Las manifestaciones reflejan el creciente descontento por la crisis energética en la isla.

Las manifestaciones llevaron a la intervención de la Policía y la empresa eléctrica, reflejando descontento general.

Los habitantes de Guairajal, en Mayarí, se manifestaron tras casi un mes sin electricidad, mostrando el malestar creciente por la falta de servicios básicos en la región.

Cubanos exiliados protestan en Madrid contra la represión en Cuba y apoyan al preso político Yosvany Rosell, en huelga de hambre.

Vecinos de El Marañón, en Las Tunas, protestan por apagones, recibiendo apenas 25 minutos de electricidad al día. Exigen soluciones y temen represalias del Estado.

Las protestas en Cuba reflejan la grave crisis energética y social del país. Vecinos de Marianao y otros municipios exigieron electricidad y derechos básicos, mientras las redes sociales documentaron el creciente descontento popular.

Páginas oficialistas intentan minimizar los hechos, pero videos en redes sociales muestran el malestar ciudadano y la falta de servicios básicos.

Estudiantes de Camagüey protagonizan cacerolazo tras 30 horas sin luz, denunciando apagones y condiciones precarias.

La emblemática Plaza de la Revolución, ícono del régimen cubano, apareció en Google Maps con un nombre insultante hacia Díaz-Canel, una especie de protesta digital contra el gobierno.

"La gente va a expresar su desesperación y su frustración. Porque nada indica que las cosas vayan a mejorar. Hablamos a esta hora de supervivencia".

Para el régimen, las protestas son solo una "expresión puntual de incomodidad protagonizada por 'cuatro gatos' molestos por 'apenas' 17 horas sin corriente".