El joven, que participaba en programas policiales juveniles, usaba un arma propiedad de su madre, una veterana del cuerpo.

El atacante, un estudiante de 20 años, dejó dos muertos y varios heridos. Las autoridades ofrecen apoyo psicológico mientras se reanudan las actividades académicas.

La campaña, que ya supera los 120,000 dólares, busca alcanzar los 150,000.

En medio de una dolorosa disputa por la custodia y denuncias de alienación parental, emergen detalles sobre su crianza, su radicalización ideológica y su desconexión con su madre biológica.

El crimen, motivado por ideologías supremacistas blancas, marcó a la comunidad latina y generó un amplio debate sobre el odio racial y la violencia armada en el país.