El donativo incluía arroz, harina y aceite, y fue entregado a más de un centenar de ancianos naturales o descendientes de chinos.

"Estamos fortaleciendo las relaciones para la defensa de nuestros países, de nuestras naciones y las relaciones entre nuestras Fuerzas Armadas”, dijo el gobernante cubano en el encuentro.

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se intensifican tras nuevas medidas de represalia, mientras Donald Trump impulsa una ofensiva arancelaria global que ya genera reacciones diplomáticas y sacude los mercados financieros.

Beijing reacciona con firmeza a los aranceles anunciados por Donald Trump y lanza una advertencia directa: está lista para una guerra comercial prolongada con Estados Unidos.

Washington presiona para frenar la influencia de Pekín en América Latina, mientras el gobierno panameño toma distancia del gigante asiático al abandonar la Ruta de la Seda y revisar concesiones portuarias chinas.

El acuerdo llega después de varios meses de profunda discrepancia comercial entre ambas naciones.

Un micrófono abierto reveló a Putin y Xi Jinping discutiendo sobre biotecnología para extender la vida, evocando la obsesión de los autócratas por la longevidad.

El gobierno anunció la firma de compromisos de cooperación en áreas de la agricultura, la inteligencia artificial, la medicina tradicional, la infraestructura y la esfera cultural y mediática.

Cuba reafirma su respaldo total a China, apoyando su control sobre Taiwán y regiones como Xinjiang, pese a las acusaciones de violaciones de derechos humanos. Se consolida una alianza política e ideológica.

Abierta a todas las propuestas siempre que no sean cubanos los que quieran invertir. El apartheid económico sigue intacto en la isla mientras se corteja a empresarios extranjeros en busca de oxígeno financiero.

Cuba busca apoyo económico y de seguridad en China, intensificando su dependencia.

Apenas un día antes, el presidente chino Xi Jinping calificó la relación con Cuba como “un modelo de solidaridad entre países socialistas”.

El régimen cubano estudia el pensamiento de Xi Jinping buscando soluciones a su crisis económica. Pese a múltiples seminarios, el país sigue enfrentando apagones y escasez, sin reformas efectivas a la vista.