Reyes insta a los cubanos a celebrar la Navidad y subraya la fe en Dios como luz y esperanza ante la crisis, la represión y las promesas incumplidas del régimen.

A pesar de las amenazas y actos de repudio en su contra, Reyes ha decidido permanecer en Cuba, convirtiéndose en una de las voces más críticas del régimen. 

En su sueño, el sacerdote imagina una Cuba libre de presos políticos, un país donde las madres y esposas no tengan que enfrentarse a la violencia por exigir libertad para sus seres queridos.

A Reyes le preocupa qué pasará con los liberados: si los condicionarán a irse de Cuba, si podrán reincorporarse a la sociedad o si les harán la vida imposible.

El sacerdote Alberto Reyes, crítico del régimen cubano, reafirma su permanencia en Cuba, en respuesta a interrogantes sobre si se ha ido del país.

El sacerdote Alberto Reyes insta al pueblo a tomar acción para cambiar la situación en Cuba y critica la falta de voluntad para enfrentar al régimen.

Alberto Reyes urge a la sociedad a reflexionar y actuar contra la dictadura, enfatizando la necesidad de justicia y solidaridad para superar la crisis actual.

"Cuba ha vuelto a ser incluida en la lista de países patrocinadores del terrorismo y, curiosamente, se ha detenido la excarcelación de los presos políticos".

"Nos quitaron el espíritu que hace que un pueblo se levante y tome el control de su historia".

"Llegamos a la opción cero, un país paralizado, energéticamente inviable, donde no se produce nada, sin seguridad para la alimentación, la salud, la educación...".

Reyes advirtió que lo más devastador no es solo la escasez material, sino la pérdida de esperanza y la sensación de que el sistema es inamovible.

Reyes asegura que la dictadura actual es peor que la de Batista y afirma que en Cuba reinan el disgusto social, el rechazo al gobierno y el miedo a la represión.

Reyes llama a guiar el futuro del pueblo con criterios basados en la realidad y no en ideologías, pasiones personales o el deseo de controlar la vida de los demás.

"Cuando un país respeta la libertad de sus ciudadanos para intervenir en la economía, cuando las personas de a pie progresan, entonces hay recursos para avanzar y abandonar la miseria".

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El mensaje del P. Reyes es una exhortación moral y espiritual a los cubanos, pero también una crítica clara al estado actual de parálisis social que vive la Isla.

"Los desfiles del Primero de Mayo en Cuba son actos de reafirmación política y sumisión ciudadana, un recuerdo de que nuestra libertad está comprada".

"Es muy duro para una madre decirle a su hijo: 'No tengo dinero, no puedo darte lo que necesitas, no puedo ni siquiera alimentarte'".

"No hemos amado suficientemente a nuestra patria, hemos apoyado a los que cerraron los caminos de la libertad y del progreso, los que han destruido sistemáticamente la democracia y desarticulado la sociedad civil".

"¿Qué nos dicen cuando nos hartamos de tanto apagón, de vivir en la oscuridad? Que todo se resolverá, que el petróleo está llegando, que se repararán las termoeléctricas, que tengamos paciencia...".